El desayuno de una tostado con un poco de aceite de oliva y una loncha de pavo es quizás una de las opciones más recurrentes, si elegimos bien el pavo, claro está. Lo que no es tan fácil, especialmente a un precio asequible. A este respecto, la técnica en Nutrición y DIetética Ana Luzón comienza por explicar que “cuando hablamos de embutidos de pavo, muchos clientes de Mercadona buscan una opción saludable. Sin embargo, si aplicamos la regla de “cinco ingredientes o menos” a los fiambres de pavo de la marca Hacendado, ninguno cumple con este criterio”.
De hecho, advierte que “todos contienen azúcares añadidos en forma de jarabe de glucosa y otros aditivos que se suelen emplear para mejorar la textura y conservar el producto”. En cambio, añade que, “a pesar de esto, el fiambre de pavo de Hacendado sigue siendo una opción válida en ciertos contextos”.
Y lo explica: “Si bien no es el producto más limpio en términos de ingredientes, sigue siendo relativamente bajo en grasas y una buena fuente de proteínas magras. Es importante recordar que en nutrición no todo tiene que ser perfecto”. Así que, en ocasiones, el contexto y el balance general de la dieta diaria son más determinantes que la composición exacta de un solo alimento, explica esta experta en dietética.
Por lo tanto, “si consumes este fiambre de pavo dentro de una dieta equilibrada que priorice alimentos frescos y naturales, no debería suponer un gran inconveniente”, afirma Luzón. Por tanto, aunque este pavo no sea la opción más minimalista, en alimentación la flexibilidad es clave, y el contexto global de tu dieta será lo que realmente marque la diferencia.