Irene Montero está de estreno. La exministra de Igualdad y actual eurodiputada ha presentado su libro, Algo habremos hecho (Ed. Navona), en la Casa Encendida de Madrid, un acto que ha contado con las grandes figuras pasadas y presentes de Podemos y que ha estado trufado de ‘dardos’.
En su intervención, Irene Montero no ha tardado en criticar que Sumar fue una “operación” para tratar “acabar con Podemos” y que consiste en, “de facto“, entregar el poder de los votos en la izquierda alternativa directamente a los socialistas.
Frente a ello, ha destacado que se tiene que poner en pie a la formación morada para que el PSOE asuma que tiene que tener una relación de “coordinación” con la izquierda alternativa, en lugar de la “subordinación” en el Gobierno que, a su juicio, pretende siempre el PSOE y el presidente Pedro Sánchez.
Echando la vista más atrás, la extitular de Igualdad ha reparado en el “mayor error político de Podemos”, proponer a Yolanda Díaz como referente electoral. “Nosotros tomamos esa decisión pensando en que se iba a ampliar el espacio electoral (…) pero se ha entregado el poder a quien no quiere entregar nada”, ha lamentado Montero
Conocidas sus diferencias, Montero ha añadido que la actual vicepresidenta segunda planteó la opción de ser embajadora en Chile como salida política, algo que considera una “humillación” porque partía de la premisa que se les “podía comprar”.
Así lo ha trasladado durante la con presencia de figuras destacadas de Podemos, como su secretaria general, Ione Belarra, las coportavoces Isa Serra y María Teresa Pérez, entre otros. También han estado presentes el exvicepresidente Pablo Iglesias y el antiguo portavoz parlamentario Pablo Echenique.
Su intervención ha llegado en formato diálogo con la periodista Joana Bonet, para hablar de su libro y enlazarlo con las cuestiones claves del pasado y presente de la política española. Ha querido detenerse en que, a su juicio, la progresía mediática buscó reemplazar a Podemos de la dirección política de la izquierda alternativa.
“Es lo que estamos viendo en este Gobierno, en el que sólo manda el PSOE y en el que todo el poder que la gente ha otorgado a la otra fuerza de Gobierno lo ejerce de facto el partido socialista. Y eso es un problema porque está estrechado las posibilidades de cambio en España“, ha zanjado.
También asegura que conversaron ella y Belarra con un cargo del PSOE tras llegarse que estaba la posibilidad de ofrecerle una embajada en Chile y que, al conocer su negativa, les dijo “pero qué queréis”. “Le dijimos que no solo ha sido una humillación sino que nosotras no somos así (…) es que no vamos a aceptar esas normas con todo el respeto a quien no crea que el poder tiene que funcionar así”, ha zanjado.
En un plano más personal, la actual eurodiputada ha repasado el “alto precio político y personal” pagado en esta década. “A pesar de esto, hemos hecho lo mejor. Aunque el bipartidismo no quiera, esto no ha hecho más que empezar”, ha avisado al tiempo que ha apuntado que Podemos va a “poner a la izquierda en pie” porque España “necesita un Estado progresista”.
“Estos años han sido muy duros, pero también hemos sido capaces de hacer las cosas más bellas“, ha añadido Montero, quien dedica también varias páginas a su relación íntima con Pablo Iglesias, aunque no ha querido entrar a ello en el acto.
Errejón y el ‘cisma’
Sí lo ha hecho, levemente, en que la decisión Íñigo Errejón de crear Más Madrid en 2019, en vísperas de las elecciones autonómicas, fue uno de los momentos en que ella e Iglesias se plantearon renunciar, dado que la idea era acabar con Podemos primero en la capital y después a nivel nacional
Aunque para ella el momento más duro radica en la reunión que mantuvieron antes de que se repitieran las elecciones de 2019 por la presión a Iglesias, de parte de sus propios compañeros de espacio, para que aceptara un acuerdo para dejar gobernar al PSOE en solitario, algo que finalmente rechazaron para luego conseguir el Ejecutivo de coalición la pasada legislatura.
También subraya que con la crisis por la Ley ‘solo sí es sí’ ante las resoluciones judiciales de rebaja de penas a agresores sexuales, Sánchez cedió ante la “ofensiva judicial reaccionaria” pensando en que, dejando caer al Ministerio de Igualdad, no les tocaría pero se equivocó, bajo su criterio, dado que eso está pasando también con la Ley de Amnistía.
Eso sí, Montero ha desgranado que el presidente quería una reforma de la Ley ‘solo sí es sí’ y que intentaron acordar sin éxito el marco penal, aunque ha calificado de “despropósito” algunas reuniones que mantuvo con el Ministerio de Justicia, entonces liderado por Pilar Llop.