Washington.- El expresidente Donald Trump ha redoblado sus demandas de que se declare al ganador de los comicios presidenciales poco después del cierre de casillas el martes, mucho antes de que se contabilicen todos los votos.
Trump estableció el patrón en 2020, cuando se declaró victorioso durante las primeras horas de la mañana después del día de las elecciones. Eso llevó a sus aliados a exigir que ”¡detengan el conteo!”. El expresidente y muchos otros conservadores han pasado los últimos cuatro años asegurando falsamente que dichos comicios fueron fraudulentos y quejándose del tiempo que toma contar las boletas en Estados Unidos.
Pero una de las muchas razones por las que es poco probable que se sepa rápidamente quién es el ganador de las elecciones es que legisladores republicanos en dos estados sin clara preferencia política se han rehusado a cambiar las leyes que retrasan el conteo. Otro motivo es que todo parece indicar que será una elección sumamente reñida, y lleva más tiempo determinar al ganador en ese tipo de situaciones.
Al final, los expertos en materia electoral aseguran que la prioridad en el conteo de votos es asegurarse de que el recuento sea preciso y seguro, y no el de terminar con el suspenso después del cierre de urnas.
“No hay nada perverso al respecto”, dijo Rick Hasen, profesor de derecho en la Universidad de California, campus Los Ángeles. “El retraso es para proteger la integridad del proceso”.
Las exigencias de Trump tampoco parecen tomar en cuenta las seis zonas horarias que atraviesan el país, desde la costa este hasta Hawai.
David Becker, un experto en elecciones y coautor de “The Big Truth” que desmiente las mentiras que difundió Trump sobre las elecciones de 2020, señaló que es poco realista esperar que funcionarios electorales en miles de jurisdicciones “simplemente chasqueen los dedos y cuenten 160 millones de boletas de varias páginas con docenas de contiendas”.
Trump quiere que la contienda se decida el martes por la noche
Durante un acto de campaña domingo en Pensilvania, Trump exigió que se declare a un ganador en la contienda poco después del cierre de algunos colegios electorales.
“Tienen que estar definidas a las 9, 10, 11 de la noche del martes”, dijo Trump. “Un montón de gente corrupta. Estas son personas corruptas”.
No estaba claro a quién se refería con el comentario de “gente corrupta”.
El momento de sus declaraciones es un ejemplo del por qué las demandas del expresidente no encajan con la realidad de organizar elecciones en Estados Unidos. A las 11 de la noche, hora del este, las urnas apenas estarán cerrando en los dos estados sin clara preferencia política ubicados en el oeste del país: Arizona y Nevada.
Trump ha llevado a los conservadores a lamentar que Estados Unidos no realice conteos electorales tan rápidos como Francia o Argentina, donde los resultados de los comicios más reciente se han dado a conocer apenas unas horas después del cierre de casillas. Pero esto se debe a que esos países tabulan una sola elección a la vez. El sistema descentralizado de Estados Unidos impide que el gobierno federal controle las elecciones.
En cambio, los votos se contabilizan en casi 10.000 jurisdicciones, cada una de las cuales tiene sus propias contiendas para la legislatura estatal, consejo municipal, juntas escolares e iniciativas que se deben tabular al mismo tiempo. Es por eso que el conteo de votos en Estados Unidos es más tardado.
Declarar un ganador puede tomar tiempo
The Associated Press declara a un ganador cuando no existe la posibilidad de que el candidato rezagado pueda cerrar la brecha. En ocasiones se puede declarar a un ganador si un candidato tiene una desventaja significativa. Pero si el margen es estrecho, entonces cada voto podría importar. Contar todas las papeletas toma tiempo, incluso en las jurisdicciones más eficientes del país.
En 2018, por ejemplo, el republicano Rick Scott ganó la contienda al Senado federal en Florida, un estado al que los conservadores suelen elogiar por su velocidad al momento de contabilizar votos. Pero la AP no declaró el triunfo de Scott hasta que finalizó un recuento el 20 de noviembre, debido al estrecho margen a favor de Scott.
También lleva tiempo contar cada uno de los millones de votos debido a que los funcionarios electorales tienen que procesar las boletas disputadas o “provisionales” y ver si fueron emitidas legítimamente. Se pueden recibir de último minuto papeletas de miembros de las fuerzas armadas o residentes en el extranjero. Por lo general, los votos por correo llegan con tiempo, pero el proceso para asegurarse de que no sean emitidos de forma fraudulenta es prolongado. El conteo se puede retrasar si el proceso no comienza antes de la jornada electoral.
En algunos estados, como Arizona, los votantes cuyas boletas fueron rechazadas porque las firmas no coinciden tienen hasta cinco días para demostrar que en realidad fueron ellos los que votaron. Eso significa que simplemente es imposible tener las cifras definitivas la noche del martes.
Las reglas electorales tienen la culpa en algunos estados
En Pensilvania y Wisconsin, dos de los estados indecisos más importantes, los funcionarios electorales han pedido durante años a los legisladores republicanos que hagan cambios a las leyes que les impiden procesar los votos por correo antes del inicio de la jornada electoral. Al no tener éxito, actualmente se debe contabilizar las boletas por correo durante la jornada electoral, lo que toma tiempo y, por lo mismo, no se empiezan a dar a conocer los resultados hasta después del día de las elecciones.
Los votos por correo suelen favorecer por amplio margen a los demócratas, lo que da la impresión de que los republicanos llevan cierta ventaja hasta las primeras horas de la mañana siguiente, que es cuando finalmente se agregan al recuento los votos por correo. Los expertos incluso tienen nombres para referirse a esto: el “Espejismo Rojo” o el “Cambio Azul”. Trump trató de sacar provecho a esa dinámica en 2020 cuando instó a sus seguidores a que exigieran que se pusiera fin al conteo: Una buena parte de las boletas que quedaban sin contabilizar eran por correo y a favor de Joe Biden. Este año la situación es incierta, debido a que los republicanos han participado en grandes números en las votaciones anticipadas.
Michigan solía tener restricciones similares, pero después de que los demócratas asumieron el control de la legislatura estatal en 2022, eliminaron la medida que les impedía procesar los votos por correo antes de la jornada electoral. La secretaria de gobierno del estado, la demócrata Jocelyn Benson, dijo que tiene previsto tener la mayoría de los resultados disponibles para el miércoles.
“Al final del día, los principales funcionarios electorales son las personas que tienen la capacidad de proporcionar esos resultados precisos. Los estadounidenses deberían concentrarse en lo que ellos dicen y no en lo que dice algún candidato en particular o las personas que forman parte de la campaña”, dijo Jen Easterly, directora de la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura de Estados Unidos.
Aliados le piden a Trump que se declare ganador lo antes posible
Algunos aliados de Trump dicen que en esta ocasión debería ser aún más agresivo al declarar la victoria.
Steve Bannon, un viejo aliado de Trump que en 2020 predijo que el entonces presidente se declararía victorioso antes de que hubiera un margen definitivo, pidió que el republicano adopte una estrategia similar. Sus declaraciones fueron en una conferencia de prensa que realizó recientemente luego de ser liberado de la prisión federal, donde cumplió una condena por desacato del Congreso relacionada con la investigación sobre las labores de Trump para anular su derrota electoral en 2020.
“El presidente Trump salió a las 2:30 de la mañana y habló”, dijo Bannon. “Debió haberlo hecho a las 11 en punto en 2020”.
Otros partidarios de Trump han tomado una postura más extrema. Durante una aparición en el podcast derechista American Truth Project, su exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn, insinuó que la violencia podría estallar en estados que siguen contando votos un día después de la jornada electoral, porque la gente “simplemente no lo va a tolerar”.
En su intento por proyectar una sensación de que su triunfo es inevitable, el expresidente y sus partidarios han estado dando a conocer datos de las votaciones anticipadas y encuestas favorables para sostener que la elección está prácticamente decidida. Los republicanos han retomado la práctica de votar anticipadamente después de mantenerse alejados por indicaciones de Trump en 2020 y 2022. En algunos estados sin clara preferencia política que llevan un conteo de votantes registrados con algún partido, los republicanos registrados superan a los demócratas en la votación anticipada.
Pero eso no significa que los republicanos lleven ventaja en algún parámetro significativo. Los datos de votación anticipada no dicen quién ganará una elección porque sólo registran quién votó, no por cual partido.
El equipo de campaña de la vicepresidenta Kamala Harris se ha concentrado explícitamente en los republicanos desencantados con Trump. En cada uno de esos estados donde han votado más republicanos, también hay un gran número de personas que no están registradas con ninguno de los dos partidos y están sufragando de forma anticipada. Si Harris llega a ganar siquiera una pequeña fracción más de esos votos con respecto a Trump, eso borraría las pequeñas ventajas que tienen los republicanos.
Sólo hay una forma de averiguar quién ganó la elección presidencial: Esperar hasta que se contabilicen los votos suficientes, sin importar cuánto tarde.