En un estudio que contenía un análisis rápido de la situación española, diferentes científicos de todo el mundo del World Weather Attribution (WWA) estimaron que la situación de crisis climática en la que se encuentra sumido el planeta duplicó las probabilidades de que ocurriera la DANA que está azotando a nuestro país y provocó que las lluvias fueran un 12% más intensas.
Además, otro informe publicado el mismo día por el mismo grupo de expertos, concluye que el cambio climático causado por el ser humano intensificó los 10 fenómenos meteorológicos extremos más mortíferos de los últimos 20 años –entre 2004 y 2023– y contribuyó a más de 570.000 muertes.
Este grupo de científicos está especializado precisamente en determinar la posible (o no) relación que el cambio climático pueda guardar con diferentes fenómenos metereológicos extremos a lo largo de todo el globo. Otros estudios publicados este año relacionan también la crisis climática con la intensidad de las precipitaciones que provocaron inundaciones en el Sahel y África occidental, África oriental, Asia (Nepal, India, Pakistán y Afganistán), y el sur de Brasil este 2024.
Aún se requiere un estudio de atribución más completo y detallado sobre el caso de España, pero las primeras investigaciones, que aportan estos resultados, reafirman algo que ya se viene diciendo desde hace mucho tiempo por la comunidad científica: que una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que da lugar a lluvias más intensas. Insisten en que “cada fracción adicional de calentamiento aumenta el riesgo de eventos de precipitación extrema”.
Además, según un análisis separado del Climate Central, se estima que el cambio climático hizo que las temperaturas cálidas del Océano Atlántico que añadieron humedad a la DANA fueran entre 50 y 300 veces más probables.
“Mientras hablamos, el tifón Kong Rey está causando estragos en Taiwán, solo 24 horas después de las inundaciones en España. Estos eventos consecutivos muestran lo peligroso que ya es el cambio climático con solo 1,3 °C de calentamiento, pero si no reemplazamos los combustibles fósiles con energía renovable, nos enfrentaremos a un futuro de eventos de clima extremo consecutivos”, señaló Ben Clarke, investigador del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres.
Por su parte, Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente y codirectora de World Weather Attribution, afirmó: “Cuando hablamos del cambio climático, tenemos que hablar de los combustibles fósiles. La quema de petróleo, gas y carbón es la principal razón por la que el clima se ha calentado y ahora estamos experimentando un clima tan extremo. Para detener el calentamiento del clima, tenemos que sustituir los combustibles fósiles por energía renovable. Tenemos todo el conocimiento y la tecnología necesarios para hacerlo, pero necesitamos que los líderes den un paso adelante y lo hagan posible”.
Puso, a su vez, el foco en la necesidad de una adaptación climática contundente: “También tenemos que adaptarnos. La cantidad de personas que murieron en las inundaciones en España realmente refuerza la necesidad crítica de prepararse para un clima extremo que es peor que cualquier cosa experimentada en el pasado”.
El informe subrayó también la influencia que están teniendo en la magnitud de la catástrofe factores como la urbanización, la gestión de la tierra y del agua y la pobreza.
El día 11 de noviembre comenzará la COP29, la Cumbre del Clima de este año, donde se actualizará el estado del clima mundial y se presentarán detalles de algunos de los peores fenómenos extremos de este año y sus impactos.