Seamos comprensivos con Florentino Pérez, sí, con Florentino Pérez porque es quien, como Joan Laporta en el FCBarcelona, toma todas las decisiones en el Real Madrid. Eso sí, a Florentino Pérez no se le hubiese escapado una transferencia sospechosa a un Banco de Chipre como tampoco le hubiese pedido prestado a un proveedor algunos cientos de miles de euros para poder pagar el interés de los avales solicitados.
Debemos ser comprensivos con uno de los hombres más poderosos de España y ‘dueño’ del Real Madrid. Estas últimas semanas se ha llevado más de un disgusto, coscorrón y zarandeo.
El equipo no acaba de jugar bien (bueno, sencillamente no juega), Kylian Mbappé no termina de arrancar y ¡es Kylian Mbappé, el estandarte de la esta década!, los vecinos del Santiago Bernabéu le han estropeado el meganegocio de los conciertos insoportables, el Barça le humilla con un 0-4 que pudo ser, perfectamente, 0-7 y lo hace con un puñado de niños, liderados por Lamine Yamal, la joya que él nunca creará, jugando como juega con 10 extranjeros. Todo eso sin olvidar el escándalo de racismo protagonizado por parte del Bernabéu contra Lamine Yamal, del que tampoco se escapa Florentino.
Y, en medio de todo este tsunami, va ‘L’Equipe’, bueno, ‘France Football’, la Francia de Zidane y Mbappé, y le niegan el Balón de Oro a Vinicius Júnior. Que no son ellos quienes se lo han negado, sino decenas de periodistas del mundo entero, que consideran que Rodrigo Hernández, futbolista apoteósico (también) ha hecho más méritos que ‘Vini’. Y punto.
Tiempos malos para el Real Madrid: no arranca el equipo, Mbappé aún no ha llegado, los vecinos le tumban el negocio del Bernabéu, el Barça les mete cuatro con un puñado de niños, escándalo racista en su estadio y, de pronto, se dan cuenta que no tienen el Balón de Oro
En medio de semejantes zarandeos, a Florentino le iba de perlas el Balón de Oro a Vinicius Jr., pero se lo dieron, 64 años después de recibirlo Luisito Suárez, a otro español. Y el Real Madrid, perdón, Florentino Pérez canceló el ‘charter’ de la euforia, que iba a volar de la Casa Blanca al Teatro de Chateler para liderar la fiesta del fútbol, que acabó en manos de Laporta, Lamine y Aitana Bonmatí, como debía ser ¡que caray!
Y, a partir de ahí, bomba de humo, tinta de calamar, tan común en este mediocre y mezquino fútbol español. Y va el Real Madrid, perdón, Florentino Pérez, y se inventa otro nombre para hablar del Balón de Oro. Le llama el Balón de Oro de la UEFA, que no pinta nada en esta fiesta. La UEFA, digo. Y es que, como reconoció el madridista Clarence Seedorf, ya va siendo hora de que el Real Madrid resuelva su contencioso con la UEFA y Aleksander Ceferin, por si estos revolcones tienen algo que ver con esos malentendidos.
Echémosle un vistazo a la letra del himno del Real Madrid, si quieren. Lo digo, porque uno puede mandar a la porra a todos los franceses del mundo mundial, a sus revistas y periódicos, a la UEFA, al tal Ceferin, si quieren hasta al centenar de periodistas que votan, ¡qué sé yo!, pero no puede traicionar la letra de su himno.
Al pie de la letra
“De las glorias deportivas que campean por España, va el Madrid con su bandera limpia y blanca que no empaña”. Ni limpia, ni blanca y sí, sí empaña. Comportamientos tan poco señoriales y caballerosos como el de anoche, sí empaña. E innecesariamente. Van, sonríen, salen en la foto como el mejor equipo del año, y ya ganarán el Balón de Oro otro año. Y punto.
“Noble y bélico adalid, caballero del honor”. Muy noble, no sé. Bélico, en este caso, contra todo el fútbol, al que trató de abofetear o minusvalorar, empezando por sus premiados, como Carlo Ancelotti, sí lo fue, sí. Y lo de caballero del honor, dejémoslo para otro día. O año.
“Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano”. No sé si quisiera para mí un hermano así, la verdad. La mano, precisamente, no la ha dado, no, más bien se la ha retirado a todo el fútbol mundial. Y, desde luego, si algo ha demostrado el Real Madrid y/o Florentino Pérez ha sido pura envidia y rencor.
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