Desde 1959, los orígenes de la televisión en catalán tienen un nombre: Radiotelevisió Espanyola a Catalunya. Y están repartidos en dos sedes: en aquel precioso edificio en Montjuïc a los estudios nuevos en Sant Cugat, porque aunque ya han cumplido 41 años, siempre serán los nuevos.
Por eso pido un respeto y un homenaje, especialmente a quienes empezaron en Miramar, delante y detrás de las cámaras, pioneros del oficio en el país y -esto es lo más importante- lo hicieron sin tener referente alguno, ni base en que apoyarse, ni canal en el que fijarse para tener una muestra. Empezar de la nada goza de mucho mérito. Algunos se quedaron en la casa; otros dirigieron el camino hacia TV3.
Por eso a sabiendas de que me dejaré alguno, quiero destacar a Irene Mir (presente hace unos días en la conmemoración del 65º aniversario de RTVE Catalunya y que sigue manteniendo una vocalización espléndida), José Luis Barcelona, Jordi Llonch, Aurora Claramunt, etcétera.
Reconocimientos
Muchos programas todavía ocupan buena parte de megas en nuestras memorias, pero destaco las magníficas entrevistas de Joaquín Soler Serrano en ‘A fondo’; el ‘Miramar Esportiu’ de Rafael Arias, el ‘Vostè pregunta’ de Puyal, el ‘Dr. Caparrós, medicina general’ del Capri, Maria Matilde Almendros y un jovenet Joan Pere, grabado en un plató con público; el ‘Sobre el Terreno’ del Jefe Juan José Castillo y José María Casanovas; el admirablemente maratoniano ‘Estadio 2’ de Olga Viza; el ‘Buenas noches’ de Mercedes Milá; el ‘Ahí te quiero ver’ de la Sardà y Enric Pous en el papel de Honorato; ‘El tiempo es oro’ de Tino Romero o el ‘3×4’ de Julia Otero; ‘La Palmera’ del Jordi González; ‘La noche abierta’ de Pedro Ruiz; ‘La casa por la ventana’ de Alfonso Arús; ‘Saber y ganar’ de Jordi Hurtado… en fin. Y a quien no salió pero siempre estuvo: el mago Sergi Schaff.
Mi reconocimiento al personal en general de Miramar y Sant Cugat, y también a Raúl Díaz por recordar todo esto en su ‘Calidoscopi‘ en La 2. A todos ellos, gracias. Mejor que los tengamos siempre presentes, porque salieron de la nada y nos lo ofrecieron todo.