Desacomplejarse es una tarea difícil. Quitarse las etiquetas autoimpuestas y otorgadas. Dejar de ser lo que los demás quieren de ti para dar paso a lo que realmente eres. Claudia Pina lleva tiempo queriendo ser ella misma. Lucha por hacerse un hueco, por quitarse la coletilla de eterna promesa. Durante un tiempo pareció que la llama se apagaba, lejos de su mejor versión, y cada haz de luz de su talento era un grano de arena que se iba acumulando. Tiene un compromiso y un toque especial. Contra el Hammarby (9-0) anotó dos dianas que no solo sentenciaron la primera victoria europea del Barça, sino que afianzaron el buen momento de forma de Pina.
Volvió a sonar la música en el Johan. Ese Barça confundido de los últimos partidos no se presentó y en su lugar apareció un equipo compacto. Que fluyó. Que se deslizó por el campo con el balón en los pies. La Champions volvía al feudo culé y lo hizo con gusto. Fue confort y redención para el conjunto de Pere Romeu que sumó mucho más que su primera victoria europea de la temporada.
No se le podría llamar dudas a lo que planeaba por Can Barça. Un equipo que lo ha ganado todo debe tener un margen cuando se realizan cambios, pero no ver a un equipo reconocible inquietó. A jugadoras, a staff y a la afición. El tiempo es un bien muy preciado y que, pese a que a veces pasa demasiado rápido, hay momentos que se hace eterno. Esos momentos de contradicción que ha vivido el Barça en partidos anteriores (sobre todo en las primeras partes) pusieron a muchos en alerta, aunque este equipo ha demostrado de sobras que se merece cierto margen.
Había que adecuarse a nuevas propuestas futbolistas y a la rotación de futbolistas dado el agotador calendario. Pero contra el Hammarby no hubo hueco para inventos y probaturas. Romeu eligió el once de gala, con premio a Claudia Pina. La catalana intenta ganarse su lugar con un compromiso incontestable. Dejar de lado de una vez la etiqueta de eterna promesa. Esta temporada debe ser importante, puede serlo, pero para ello necesita rendir y tener la oportunidad.
Fue un Barça templado el que dominó el encuentro. Aunque el equipo sueco presionó con cierta dureza y impuso un bloque insultante bajo que dificultó que el Barça se aposentará en los primeros instantes. Pero salió un Barça terco, que a través de Caroline Graham Hansen abrió el marcador y evitó sufrir. De sus mismas botas nació jugada. Con un toque sutil habilitó a Pina que trianguló con Alexia, totalmente de espaldas a la portería. La capitana le volvió a servir el balón a la ideóloga de la jugada y la noruega, tras la abdicación Tamminen, coló el balón en la portería.
La gestión del partido fue plácida. El conjunto de Pere Romeu tuvo paciencia para ir construyendo y encontró en Pina una apisonadora. La de Montcada y Reixach estaba siempre atenta, en guardia por si podía finalizar o ayudar a sus compañeras. Las cubría y asistía hasta que Pajor no consiguió rematar un balón en el área pequeña y Pina estaba allí. Empujó el esférico con tesón y cuando este rozo la red ya estaba sepultada bajo el abrazo de sus compañeras. Rolfö saltaba mientras se acercaba. Pina levantaba los brazos con rabia. Y Alexia sonreía a más no poder.
La capitana está firmando un inicio de temporada excepcional. Vuelve a ser la capitana que siempre lideró al equipo, dentro y fuera del campo. Con un tono físico brutal, sus capacidades futbolistas se han vuelto a elevar a la máxima potencia. Siempre aparece y lo hace con acciones de una belleza superlativa. Contra el Hammarby se suspendió en el área. Aguantó allí unos segundos, donde parecía que la gravedad estaba anulada, a la espera de un balón que había salido de las botas de Patri Guijarro. Levitó y peinó el balón de manera hipnótica para poner el tercero azulgrana.
En el segundo tiempo, el Barça no desfalleció. Continuó recuperando a cada minuto las buenas sensaciones. Y los goles no pararon de llegar. El cuarto se lo regaló Mapi a la afición. Y también a ella misma. Tras un año complicadísimo con su lesión de rodilla, sigue trabajando para volver a su máximo nivel. Sin embargo, durante este camino, la central sigue siendo excepcional. Su último gol con el Barça en casa fue el 29 de marzo de 2023. Desde entonces muchas cosas le han pasado, pero ella sigue manteniendo su sonrisa eterna y esa forma de ser única.
La manita la puso la futbolista de la noche. Claudia Pina volvió a aparecer. Se apoderó del balón, se coló en el área y fulminó a la guardameta. Sonrió de medio lado, alejando más su cruz, minutos antes de se sumarán a la fiesta Ewa Pajor, máxima goleadora del equipo, y Caroline Graham Hansen, que no tiene freno ni nunca cesa su ímpetu. La guinda del pastel la puso Fridolina Rolfö, quien sobre el 90, desde los once metros para poner un escandaloso 9-0 en el luminoso. Gran victoria, llena de reivindicación, de un Barça que recupera su mejor versión.
Barça, 9; Hammarby, 0
FC BARCELONA: Cata Coll; Ona Batlle, Ingrid Engen (Irene Paredes, m.66), Mapi León (Marta Torrejón, m. 76), Fridolina Rolfö; Aitana Bonmatí (Esmee Brugts, m. 77), Patri Guijarro, Alexia Putellas (Kika Nazareth, m.77); Graham Hansen, Ewa Pajor, Pina (Walsh, m. 66).
HAMMARBY: Tamminen; Lennartsson (Holmberg, m.64), Carlsson, Nyström, Andersson; Miyagawa (Thea Sorbo, m.64), Wangerheim, Joramo (Gibson, m.84); Vilde Hasund (Vallotto, m. 64), Tandberg (Emma Westin, m. 73), Julie Blakstad.
Goles: 1-0, M.10: Graham Hansen. 2-0, M. 24: Pina. 3-0, M.45: Alexia Putellas. 4-0, M.53: Mapi León. 5-0, M.58: Pina. 6-0, M.72: Ewa Pajor. 7-0, M.75: Graham Hansen. 8-0, M.86: Esmee Brugts. 9-0, M.90: Rolfö (p).
GOLES: 1-0 (m.10), Caroline Graham Hansen; 2-0 (m.24), Claudia Pina; 3-0 (m.45), Alexia Putellas; 4-0 (m.53), Mapi León; 5-0 (m.58), Claudia Pina; 6-0 (m.72), Ewa Pajor; 7-0 (m.75), Caroline Graham Hansen; 8-0 (m.86), Esmee Brugts; 9-0 (m.90), Fridolina Rolfö (P)