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La marca de lujo ha cubierto los andamios de su antigua sede en la Quinta Avenida (que ha cerrado para construir un nuevo edificio) con una lona gigante con la forma de sus emblemticos bales de viaje y se ha trasladado temporalmente a una nueva tienda de cinco plantas prcticamente al lado.
Noviembre ha sido el mes de los excesos en Nueva York. Y eso que el termmetro de la desmesura acostumbra a estar muy alto. Los 3.000 euros que cuesta cenar en el rascacielos ms alto de la ciudad son calderilla en comparacin con el rcord que ha logrado una pintura de Ren Magritte, que se vendi la semana pasada por 121 millones de dlares (115 millones de euros). Sin embargo, nada ha ocupado tantas portadas como los 6,2 millones de dlares (5,9 millones de euros) que se pagaron hace unos das por un pltano en una subasta de Sotheby’s. El nico fenmeno capaz de rivalizar con semejante noticia ha sido el despliegue protagonizado por Louis Vuitton para dejar claro que no abandona la Gran Manzana mientras echa el cierre en su emblemtica tienda de la Quinta Avenida para una reforma que le llevar aos. Se ha trasladado a una ubicacin temporal, muy cerca de donde se encontraba su tienda insignia.
La mudanza no ha pasado desapercibida. Los andamios ya rodean su histrica sede (que ser demolida para construir un edificio nuevo), pero lejos de aadir ms acero de obra al paisaje urbano de Nueva York, la marca ha aprovechado para protagonizar un golpe de efecto, sorprendiendo con una lona gigante que imita a los populares bales de viaje que han hecho famosa a la marca en todo el mundo. Es la nueva atraccin turstica de la ciudad. No hay turista que no se detenga estos das frente al edificio en obras para hacerse una foto con los mastodnticos arcones de Louis Vuitton en la milla de oro de Nueva York.
Con la accin convertida en trending topic en redes sociales, solo quedaba destapar la cortina en la nueva ubicacin para presentar la nueva mansin del lujo. No han defraudado ni la colosal jirafa ni la avestruz de colores con una altura de varios pisos situadas sobre la fachada art dco del inmueble, cuyas cristaleras est decoradas con el popular monograma floral de la marca. Primera reaccin de los clientes: incredulidad. Se desconoce el presupuesto, pero el fausto para una tienda temporal se considera excesivo hasta para los estndares de Nueva York. Con un gran atrio central recorrido por varias instalaciones artsticas realizadas, una vez ms, con los bales de la marca. La compaa ha aprovechado tambin para estrenar nuevos conceptos en la Gran Manzana, y que ya adelantan qu se puede esperar cuando su proyecto insignia abra las puertas en la calle de enfrente dentro de unos aos.
Curiosamente, su destino provisional es el mismo donde estuvo la tienda temporal de la joyera Tiffany, tambin propiedad de LVMH, mientras se reform su emblemtico edificio, situado justo al lado. A partir de ahora, la cafetera para desayunar con diamantes competir por atraer a los clientes ms exclusivos con el nuevo Le Cafe Louis Vuitton y la tienda de bombones firmados por Maxime Frederic. Y, cmo no, sin que falte una copa de Mot & Chandon. Una experiencia inmersiva para disfrutar del lujo con todos los sentidos.